Este viernes se suponía que fuera un día de celebración en el que la familia de Rosimar Rodríguez Gómez festejaría con ella su cumpleaños

 Este viernes se suponía que fuera un día de celebración en el que la familia de Rosimar Rodríguez Gómez festejaría con ella su cumpleaños, que además sería el número 21, ese que carga el simbolismo de marcar el momento en que se salta a la adultez. En cambio, tendrán que pasar por el doloroso proceso de sepultarla, luego que fuera asesinada días atrás, en circunstancias que todavía son objeto de investigación.

Aun en medio de la tragedia que atraviesan, su tía Marangely Gómez Ortiz sacó un momento para dirigir unas palabras de agradecimiento a la ciudadanía por el apoyo que le han ofrecido durante estos aciagos días.

“Estamos muy agradecidos hacia todas las personas… a todo el pueblo de Puerto Rico que se ha desbordado en mensajes, en ayudas, en fin, (estamos) muy agradecidos. De verdad se les agradece en el alma”, dijo Marangely frente a la funeraria Levittown Memorial, donde se velaba a la joven.

“Estamos en este dolor inmenso, que no se lo deseamos a nadie”, afirmó, con voz entrecortada, agregando que “Jehová quien nos da esa fortaleza para estar día a día aquí”.

Describió a su sobrina como una “joven espectacular, como pudieron ver en los vídeos (colgados en las redes sociales)… ella siempre estaba feliz y así la recordaremos siempre”.

Gómez Ortiz indicó que debido a todo el proceso que atraviesan no ha estado al tanto del proceso investigativo que realiza la Policía para dar con los responsables del crimen, ni tampoco con las manifestaciones realizadas para exigir un estado de emergencia en el país por parte del gobierno.

“No he tenido el break de leer, mirar ni empaparme de los movimientos… Estamos pasando por un dolor en este momento… sé que el país está consternado por todo esto y no es para menos. No pensamos pasar una situación así. No se lo deseamos a nadie”, reiteró.

“Estoy ajena a todo (la investigación policíaca), las agencias deberían tomar acción a todo lo que sea necesario para evitar que vuelva a suceder lo que está sucediendo hoy en día”, añadió.

No obstante, se dijo esperanzada en que se haga justicia. “Todo el mundo quiere justicia para Rosimar. Y se va a hacer. Yo sé que se va a hacer justicia. Estoy segura que se va a hacer justicia”, afirmó la tía de Rosimar en sus palabras a la prensa, a nombre de la familia.

Entretanto, un sinnúmero de personas familiares y amigos se hacía presente en la funeraria de Levittown para despedir a Rosimar. Y aunque sus rostros estaban parcialmente cubiertos por las mascarillas para protegerse del COVID-19, se alcanzaba a ver en ellos la tristeza y el dolor. Por momentos, inevitablemente, había algún intercambio de abrazos.

Mientras, eso ocurría, de fondo se escuchaba una sucesión de canciones alusivas a despedidas y a la fe en Dios. De cuando en cuando, entraba una persona cargando un arreglo floral, o un grupo de globos, cada uno con mensajes de cariño para despedir a Rosimar.

Luego de los actos fúnebres del jueves en Toa Baja, los restos de Rosimar serían llevados el viernes hasta Cayey, donde vive parte de la familia. Allí sería velada en la mañana, entre las 9:30 a.m. y las 12:30 p.m. Luego tendrá lugar un velatorio público en la ermita del cementerio municipal de Cayey, entre la 1:00 p.m. y las 2:00 p.m. y posteriormente sus restos serán sepultados allí.

La joven fue secuestrada el pasado 17 de septiembre frente a su casa en Sabana Seca, Toa Baja. Su cuerpo con impactos de bala fue encontrado en un pastizal en Dorado el domingo pasado.

Su tía contó que ese mismo día que la secuestraron fue cuando vio por última vez a su sobrina, pues celebraron el cumpleaños 73 de su papá y abuelo de Rosimar.

“Estábamos super, súper contentos, de verdad que sí. Precisamente ese día cumplía años mi papá. Nunca se va a olvidar”, recordó Marangely, agregando que nadie podía imaginar la tragedia que se desataría posteriormente.

Al momento, hay una investigación abierta para dar con la o las personas autoras del crimen. Como parte de la pesquisa, las autoridades llegaron a ocupar un vehículo Suzuki SX4 vinculado a una expareja de Rosimar, que fue llevado al Instituto de Ciencias Forenses para analizarlo. Al momento, sin embargo, no se ha dado a conocer que haya algún avance significativo en los esfuerzos para dar con la persona que asesinó a Rosimar.

Sin embargo, el proceder de la Policía en este caso ha sido cuestionado, ya que en un principio el caso se comenzó a investigar como una desaparición, a pesar que la familia alegaba que se trataba de un secuestro. Esa situación ha desencadenado una investigación interna en la Policía, para indagar si en efecto se falló en la atención que se debió dar al caso.

Rosimar es un una de 30 mujeres que han sido asesinadas en Puerto Rico en lo que va de año.