Se espera que mañana en la tarde el sistema comience a azotar el norte de esas islas.

 McLEAN'S TOWN CAY, Bahamas— El huracán Dorian obligó el cierre de hoteles y algunas evacuaciones el sábado en el norte de Bahamas cuando la potente tormenta de categoría 4 estaba por desatar lluvias torrenciales y feroces vientos, aunque estaba previsto que se alejaría de la costa del sureste de Estados Unidos en la próxima semana.

Los meteorólogos pronostican que Dorian, con vientos de 240 kph (150 mph), azote el noroeste de Bahamas el domingo antes de cambiar de rumbo de forma ascendente. La trayectoria de la tormenta hacia el norte podría evitar un golpe directo a Estados Unidos, pero sigue representando una amenaza para Florida, Georgia y las Carolinas con sus fuertes vientos y mareas crecientes que podrían provocar inundaciones mortales.

En el norte de Bahamas, los turistas fueron enviados a refugios que el gobierno abrió en escuelas, iglesias y otros edificios.

“Mi hogar está totalmente cerrado y justo ahora me preparo para salir en unos minutos... No tomaremos ningún riesgo”, señaló Margaret Bassett, de 55 años, una conductora de transbordadores para el centro turístico Deep Water Cay. “Si dicen desaloja, hay que desalojar. Es por el bien de la gente”.

En los últimos dos o tres días, el huracán ha provocado hasta un metro (cuatro pies) de lluvia, vientos devastadores y suscitado una anormal y peligrosa crecida en el nivel del mar llamada marejada ciclónica, según el meteorólogo Ryan Maue y algunos de los modelos computaciones más confiables.

El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, advirtió que Dorian era una “tormenta devastadora y peligrosa”.

Jeffrey Allen, residente de la ciudad de Freeport, en la isla de Gran Bahama, indicó que ha aprendido la lección después de varias tormentas por las que a veces los pronósticos no se materializan, pero que es sensato tomar precauciones.

“Es casi como si uno estuviera a la expectativa, esperando que nunca sea tan malo como dicen, pero aun así uno se prepara para lo peor”, añadió.

De acuerdo con las autoridades, el archipiélago de las Bahamas, propenso a enfrentar tormentas, recibe el golpe directo de un huracán cada cuatro años, en promedio.

Después de golpear las islas norteñas, se espera que Dorian pudiera bordear la costa del sureste, manteniéndose justo frente a Florida y Georgia el martes y miércoles, antes de rodear Carolina del Sur y Carolina del Norte el jueves.

El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, declaró un estado de emergencia el sábado y activó recursos estatales para prepararse para los posibles efectos de la tormenta. El presidente Donald Trump ya había declarado estado de emergencia en Florida y autorizado que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias coordine las acciones de atención a desastres.

El Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, explicó que el riesgo de fuertes vientos y niveles elevados de agua aumentarán a lo largo de la costa de Georgia y las Carolinas para mediados de la semana.

Por su parte, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, advirtió a la población que no baje la guardia.

"Al observar estos pronósticos, un golpe en una dirección u otra podría tener ramificaciones realmente importantes en términos de impacto", dijo DeSantis.